El Imperio Contraataca

Capítulo II: El segundo monopolio de Microsoft
30-01-2.000

Internet ocupada
La idea es que un servidor Win2000 pueda prestar servicios básicos a cualquier navegador, pero sólo pueda prestarlos todos si el navegador está basado en Windows en cualquiera de las demás versiones que comprendan el DNA (para PCs, palmtops, teléfonos móviles, televisiones...). Esto convertiría al mejor Linux (o a Mac OS X) en un sistema cojo, independientemente de estabilidad, velocidad de respuesta o facilidad de uso. Si alguien quiere dar esos "servicios" a la masa de usuarios de Windows, tiene que basar sus propios sistemas en Windows... porque, lógicamente, ya se ocupará Gates de que sea difícil usar un Win2000 como servidor en una red que no esté gobernada por otro Win2000.
Así, es bastante fácil ver un futuro cercano en que los "estándares abiertos" de Internet pasen definitivamente a mejor vida, y las tecnologías propiedad de Microsoft se vayan reforzando unas a otras hasta que disfrutar de una navegación "completa" sobre Mac OS, por ejemplo, sea posible sólo gracias a miles de plug-ins de terceras partes... o ni así.
La aplicación fantasma
Ante este panorama, hay que sacudir un poco la cabeza y volver a la realidad. ¿Qué puede hacer Gates que sea tan maravilloso como para que ninguna empresa quiera perderse su Windows DNA? ¿Qué puede hacer que los hackers de Linux o los locos de Apple no puedan replicar y mejorar en una tarde? ¿Hay algo? ¿Tiene Gates un as en la manga?
Diablos, sí. Tiene Office.
Tiene la posibilidad de convertir Office en un conjunto de componentes distribuidos que se puedan usar desde Internet, pagando el precio del servicio en vez del de compra de la suite.
O en cristiano:
1. Gates acaba de comprar a Apple una tecnología cuya principal virtud es facilitar la creación de aplicaciones modulares, capaces de integrarse unas en otras a voluntad y según las necesidades del usuario. Un antecesor de OpenDoc, más radical.
2. Gates viene invirtiendo millonadas increíbles en casi todas las empresas que aparecen con algún modo nuevo de servir aplicaciones a través de Internet. Este mes ha invertido en dos, Digex y Corio.
3. Como venimos defendiendo, el camino del software corporativo es ése: pagar al fabricante el alquiler de los módulos de la aplicación que se necesiten, descargando de la red los componentes necesarios y las actualizaciones y pagando por su uso, no por el CDRom.
Lo que nos lleva a que la "aplicación fantasma" de Gates puede perfectamente ser una versión distribuida de Office, disponible sólo para equipos Windows DNA. ¿Quieres el estándar, con las últimas mejoras, servido calentito desde los servidores de Microsoft? Usa Windows.

este libro es muy interesante hay les dejo los links de los demas capitulos...

Capítulo I - La sorpresa - Lo que está preparando Gates
Capítulo II - El segundo monopolio - Para qué lo está preparando
Capítulo III - Esto no se acaba hasta que cante la gorda - Las noticias menos malas

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